Soledad cruel compañera

Soledad cruel compañera,
que te manifiestas celosa
si observas que alguien osa
pretender estar a mi vera.

No comprendo tu obsesión,
por tenerme en propiedad,
podrías tener más bondad
sabes que añoro la ocasión,
de vivir nueva primavera.

El destino me presenta,
dueña con un alma hermosa,
y al mismo tiempo una rosa,
que me hizo sentir afrenta,
siendo mi intención certera.

Soledad sales triunfante,
tu y yo seguimos juntos
más juro por mis difuntos
que te derrotaré constante,
en tu pretensión altanera.

Te confesaré una cosa,
creo que te va a enfurecer
tu nunca me podrás ofrecer
lo de mi ama y mi rosa,
dueñas de mi lealtad sincera.


B.G.C.

Amor que llegó...

Amor que llegó...


Amor que llegó arrasando
y sin forzar situaciones,
atrapó dos corazones,
que lo estaban esperando.

Fuerte y libre como el viento,
despertó bellas pasiones
y no se vino ha razones,
dispuesto a vivir el intento.

Doblegarlo no pudieron,
con pautas preestablecidas
pues situaciones repetidas,
con el también sucumbieron.

Interrumpió la experiencia,
con dolor en los corazones,
que para demostrar sus dones,
allí sobraba impaciencia.

Cabalga libre y convencido,
del amor que nunca olvida,
le acompañará de por vida
su gran tesoro adquirido.


B.G.C.

Mi parroquia que es Roupar

Mi parroquia que es Roupar.


Señores esta es mi tierra,
la que a mi me ha adoptado
y que mi corazón se aferra.

Me mantiene entusiasmado,
con todo lo que me ofrece
y que tanto he disfrutado.

Mi admiración se merece
pues me da tranquilidad,
y mi auto estima crece.

Disfruto de felicidad,
comidas, historia, paisaje
y gentes de gran bondad.

Para que querer más bagaje
que esta satisfacción sin par,
que me sienta como un traje.

Galicia viene a ocupar,
de la provincia de Lugo,
mi parroquia que es Roupar.

G.G.C.    01/02/2011