Poesía en la sencillez.
Sucedió ayer a las cuatro de la tarde,
dos vecinas de la hermosa aldea en que resido,
vinieron a hacerme una visita anunciada,
pero de la que desconocía el motivo.
Solo conocía a una de las visitas,
a la que le tengo un gran afecto,

la segunda persona, venia vestida de riguroso
e impecable luto y en su cara brillaba la paz.
Inmediatamente adiviné a que venían.
La segunda dama, había enviudado hacia unos días
y me traía un pequeño "agasallo"(regalo),
por que se había enterado que fui yo quien
puso las campanas a tocar en el entierro de su esposo.
De nada sirvió que le dijera que no era necesario,
ningún regalo pues yo lo hacia sin ningún interés.
Ella no solo cuido a su compañero durante sus múltiples
operaciones, además se preocupo de obsequiar, a quien
creía le había hecho a su esposo el postrer favor.
Durante la breve pero hermosa conversación que siguió
a continuación, el ambiente de poesía, recuerdo y amor,
se hizo presente y seguirá vivo en mi memoria.
B.G.C. 18/12/ 2012..........( 147 )
P.D. Ella sobrevivió dos años más a su esposo,
tenia impaciencia por reunirse con el y decidió ir a su encuentro.
Al poner las campanas para ella, me pareció que sus tañidos eran
diferentes, más bien sonaban como a gozosos suspiros.