Cuasi un niño era cuando te contemplaba,
defendía tu pureza y bella desenvoltura,
embridando la impaciencia y madurabas.
Me ganó la mano y tu aun no estabas,
preparada a enfrentarte a la locura
que la ilusión de niña y alma pura,
del amor en tu infantil mente se gestaba.
Fuiste ninfa precoz, niña ultrajada...
visión de una ilusión que se desvanece,
cobarde mente agredida y maltratada.
Quien de verdad te ha amado y se ofrece,
compensarte en lo posible la añorada,
es quien leal y humilde su mano ofrece.
B.G.C.
27/07/2016 ( 206 )
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