Palabras, palabras...

De decirlas engañosas,
las palabras no se crecen
y más bien lo que merecen,
es pronunciarlas hermosas.
Y ajustadas a las cosas,
lo debemos intentar,
pues es muy bello alagar
con las palabras preciosas.
Tal vez nos equivoquemos,
queriendo ser eruditos
y más que palabras son gritos,
los sonidos que ofrecemos.
Y decir lo que conocemos,
es lo que ha de privar
sin pretender deslumbrar,
pues el ridículo haremos.

y evitemos palabras toscas
en la boca no entran moscas
si cerrada la tenemos.
Si otro quiere molestar,
que con su pan se lo coma
y hay veces que se desloma
sin saber que va a contar.
Y no hablemos con jactancia
hagamos lo con sencillez
que es lo que da brillantez
y a la palabra elegancia.
También demuestra ignorancia
el que a callarse no aprende,
ignorante no comprende
que carece de elegancia.
Que con respeto lo hagamos
cuando tengamos que hablar
y al escribir plantear,

Digamos lo que pensamos,
si ha de servir de algo
no corramos como un galgo
y cuando convenga paramos.
Será por mi bien venido
que mis palabras se entiendan
procuraré que no ofendan,
pues con cariño las cuido.
Pensando, como es mi modo
lo mismo escribo que hablo,
acariciando el vocablo,
más que hablar escucho todo.
B.G.C. 15/03/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario