Al caer de la tarde
me reuno conmigo mismo
y repasamos todo lo hecho
y me complace comprobar
que soy el de siempre
que no tuve que hacer
concesiones que chirríen
en mi alma.
Al caer de la tarde
mi corazón me reclama
recogimiento con mi amada
para juntos anudar mas
nudos de amor en el alma
que nos aprieten más
nuestros corazones.
Al caer de la tarde
me siento más de ella
y ella más mia
y agradezco mi suerte
dando gracias a Dios
por habernos presentado.
Al caer de la tarde
siento que la quiero más.
B.G.C.
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