martes, 4 de enero de 2011

Intento ser como tu quieres que sea

Como tu quieres que sea,
se que  nunca podrá ser,
más no cejaré en pretender,
que a un difícil de entender,
yo alguna vez me lo crea.

Como el tiempo no perdona,
se llevó para mis enojos
la tersura de mi piel,
pero no el color de mis ojos.

El cabello ni te cuento,
aunque normal a mi edad,
no dejó ni la mitad,
del que tuve en su momento.

Mis silencios suenan bien,
mi ilusión sin decadencia,
me entusiasma la inocencia,
y la pasión siempre a cién.

Como puedes comprovar,
no carecco de recato
y antes de ser un pacato
me divierte el provocar.

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