LA OTRA
El detuvo su quehacer frenético y reflexionó sobre ¡La otra!,
se sintió culpable y ciego y decidió cambiar tan injusta situación.
Dio la cara por ¡La otra! y puso a sus pies todo lo que tenia
y era. Por fin se había dado cuenta de donde estaba su gran amor,
sus sueños, su Diosa su vida...
Paseó con ellla a la luz y los ojos de todo el mundo la colmo de ternura
y le hizo saber que solo ella había sido su gran amor.
Le secó las lágrimas, le dio todo lo que tenia, la quiso solo a ella,
la acompañó en todos sus cumpleaños y compartió su mesa en todas
las cenas románticas a la luz de las velas que fueron testigos de lo mucho
que el la quería y respetaba.
¿Por que Dios mio? se instalaron en su morada los celos, las acusaciones
los malos modos, las mentiras y los egoísmos, si el no era culpable.
El aun se lo pregunta y no encuentra ninguna explicación...
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