Tengo un problema presiento,
el corazón se me ha ido...
y aun que siento su latido,
el se ha alejado contento.
Se acomodó en otro pecho,
que le ofreció su nido
y un fuego muy encendido,
que le calienta su lecho.
No comprende el muy ingrato
que me hace mucha falta
y aun siendo su estima muy alta,
podríamos llegar a un trato.
Si regresa y me acompaña,
nuestras fuerzas uniremos
y juntos conseguiremos
disfrutar de tal compaña.
B.G.C. 27/01/2011
B.G.C. 27/01/2011
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